Quintanilla Vivar o Quintanilla Morocisla se asienta a orillas del río Ubierna. La villa forma un solo ayuntamiento con la localidad vecina, Vivar del Cid y se encuentra muy cerca de Burgos en la carretera de Santander. La nomenclatura de estas poblaciones se ha abreviado en Quintanilla Vivar, pero hablaremos aquí solamente del devenir histórico de Quintanilla Morocisla, que arranca del último tercio del siglo IX. Bajo el gobierno de Diego Porcelos las vanguardias de los reconquistadores y repobladores cristianos alcanzan los cursos del río Ubierna y del Urbel y finalmente el Arlanzón.

Hay documentación para afirmar que hacia el año 882 ya estaba alzado el poblamiento de Quintanilla Morocisla. Hasta estos pagos llegaron unas pocas familias dirigidas por Munio Cixilia, de estirpe visigoda, y latinizando el nombre se llega hasta Quintanilla, el actual nombre de la población, igual que hicieran el resto de pobladores en otras zonas. Sin duda, los repobladores de esta zona venían desde León, donde el citado apellido era muy frecuente en la época, y además se contrasta este dato con la titularidad de la iglesia parroquial, dedicada a Santa Eulalia de Mérida, como apunta el cronista oficial de la provincia, Fary Valentín de la Cruz. Pero aún pasarán doscientos años hasta que esta villa aparece por vez primera en un documento ligado a la ciudad de Burgos, a cuyo alfoz pertenece. Esta administración local, la de los alfoces, es la primera que se usó en Castilla. Supone la existencia de, al menos, un castillo en el que reside el "tenente" que es la autoridad inmediata de la defensa, de la justicia y de la hacienda condal.

En el año 1103 el rey Alfonso VI, que ha reconocido y mejorado los fueros de Burgos, extiende éstos a las villas y aldeas de su alfoz, y entre ellas se puede leer el nombre de Quintanella de Municísila. Esta integración en la Cabeza de Castilla es interesante por las ventajas que encierra para la población; por ejemplo en 1124 y según un pergamino de la Catedral de Burgos, una dama rica y de abolengo entrega en herencia todos sus bienes "que tiene y le pertenecen en Quintaniella de Munio Cisla", como así figura en el citado documento. Así, por esta y otras muchas operaciones civiles y eclesiásticas, la villa se convirtió en un foco de transacciones mercantiles.

Hubo varios personajes civiles y de la Iglesia que ejercieron su señorío sobre la villa, pero parece ser que la preocupación más grave de los vecinos era el temor a ser transferidos del régimen realengo al señorial, lo cual era muy frecuente en la época. Como reza en el Libro de las Behetrías, en el siglo XV están muy afianzados en el Ubierna los siguientes linajes: Manrique, Villalobos y Padilla. En el famoso documento se llama a la villa Quintanilla Munnoçisla y se dice que su "benefactor" por entonces era Juan García Manrique.

Por otro lado, en la Edad Moderna comienzan a cambiar las cosas para esta población; cambios que van desde el nombre (Quintanilla Morocisla) hasta la población, de la que afirma que en el año 1587 eran todos hidalgos. En el año 1591 aparece ligada a la cuadrilla de Sotragero, formada por ocho pueblos que reunían entre todos 269 vecinos. En los mil años que llevamos narrados de su historia los vecinos de Quintanilla eran agricultores y, en menor medida, ganaderos.

En el año 1843 la villa cuenta con 109 habitantes; seguía en funcionamiento la escuela del pueblo y también seguía viva la Cofradía de Santa Eulalia. Las modificaciones jurisdiccionales y administrativas han unido a este pueblo con el vecino Vivar del Cid en un solo Ayuntamiento con el título de Quintanilla-Vivar que, en el año 1900 reunía un vecindario de 356 habitantes. En la actualidad, Quintanilla Vivar cuenta con más de 300 habitantes y pertenece al partido judicial de Burgos.