Localidad: Vivar del Cid

La orden de Santa Clara tiene en España 210 monasterios y en Burgos existen 10; en Vivar del Cid, a 8 Km. de Burgos dirección Santander, el monasterio de las clarisas, tiene por patrona a Nuestra Señora del Espino cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre.

En el año 2001 se celebraró el 750 aniversario de su aparición y culto (1251-2001). Es una imagen-talla en madera de estilo gótico policromada de 20 cm. de alto, túnica blanca con manto azul, cubre la cabeza una toca blanca que deja ver los rizos de la cabellera y corona como Reino y la Piedad le ha superpuesto una preciosa corona metálica así como al Niño que descansa en el brazo izquierdo de su madre en un intercambio mutuo de dones con miradas dulces y acogedoras.

La Orden de Santa Clara tuvo su origen entre los años 1211-12 cuando la joven de Asis, Clara de Favarone, de 18 años, deseosa de abrazar el ideal de vida de San Francisco de Asis, abandonó su casa y se consagró a Dios en la iglesia de la Porciúncula  en San Damián; aprueban su propia regla-proceso entre 1216 y 1253. Fallecía el 11 de noviembre de 1253 y dos años más tarde el Papa Alejandro IV la elevaba al honor de los altares.

La orden de las clarisas desde 1957 están organizadas en 8 Federaciones y el de Vivar forma parte de la Federación Nuestra Señora de Aranzazu de Cantabria.

En el siglo XV, año 1475 pidieron la licencia a Roma para fundar junto a la ermita de nuestra Señora del Espino, un monasterio de la orden de Santa Clara, don Pedro López de Padilla Adelantado de Castilla, y su mujer Isabel Pacheco, dicha construcción sería a sus expensas y el templo de estilo gótico también.

El Papa Sixto XV, dio a través de la Bula “Sacrosanta Ecclesia”, del 11 de octubre de 1477 el acta fundacional; la primera abadesa fue Dª María Benita. En la actualidad, es Sor María Isabel López Ruiz, el Párroco de Vivar era D. Fernando García que colaboró en dichos trámites; el patronato fundacional en la actualidad lo preside el Duque de Abrantes D. José Manuel de Zubeta y Carvajal, duque de Linares y marqués de Duero, emparentados con la familia Padilla desde 1668 y ocho escudos del monasterio lo testifican.

En el monasterio, hay un Baúl-Arqueta de gran valor histórico por haber sido el estuche donde estuvo custodiado el manuscrito del Cantar de Mío Cid.